Galende. E. - La crisis del modelo médico en psiquiatría

El problema de la subjetividad ha desbordado los marcos de la psicología objetiva, invadiendo las preocupaciones teóricas de todas las ccias. El “malestar en la cultura” es evidente a toda mirada hacia la vida social.
La obsesión anátomo-clínica de los viejos psiquiatras que buscaban la esencia de la anormalidad en el desorden de los órganos dejó lugar a un pensamiento que centra el problema en el desorden de signos. La referencia es ahora semántica.
La medicina mental ha entrado en crisis. Esta naciendo una nueva concepción de padecimiento psíquico y su tratamiento, y la medicina deberá transformarse a riesgo de ser marginada.
Hay dos series de hecho:
1-   La enfermedad mental esta siendo des-medicalizada en su concepción técnica y social y puesta en relación con los hechos del lenguaje y la vida social.
2-   Psicólogos y psiquiatras elevan su autocrítica hasta denunciarse como ajustadores de los mecanismos sociales y crean prácticas terapéuticas cuyo fundamento no viene ya de la medicina (grupos, psiquiatría comunitaria, comunidad terapéutica)
La psiquiatría de la razón iluminista.
Los conceptos y prácticas de la psiquiatría están ligados a ideologías del hombre (antropologías implícitas) y de los procesos sociales (sociología de la normalidad). Los conceptos son también determinados histórico-socialmente. Los modos de comprensión de lo patológico son históricos y cambian las formas y contenidos de la alienación mental, como también las teorías  y prácticas que dan cuenta de ella.
Pinel actúa en el contexto de la revolución francesa y la asignación legal del problema de la locura al médico. Antes de la revolución el número de marginados había crecido y la política de su encierro sistemático era la norma. La guerra con Inglaterra, la ruina del aparato productivo, generó miles de desocupados y la desaparición de tierras comunales expulsó masas de campesinos hacia las ciudades. Generó muchedumbres hambrientas mezcladas con marginados de todo tipo: locos, putas, desocupados etc.
Se plantea la contradicción entre libertad del individuo y seguridad de la sociedad. Pinel, médico humanista, es nombrado no para liberar a los locos sino para separar a los locos de toda la masa de internados.
La tarea de Pinel es de Moral política: discernir entre los simuladores (por persecución política por ej) y los locos de verdad. Cambia el estatuto del loco: se funda la psiquiatría como disciplina médica y el loco pasa a ser enfermo. El médico puede aislar la locura no porque la conoce sino porque la domina. El tratamiento es moral, donde el médico hace de padre y juez, familia y ley.
La medicina mental nace como efecto de decisiones políticas del Estado, no como efecto de un conocimiento médico sobre la alienación. Que el tratamiento médico se haya hecho en el encierro asoció psiquiatría-manicomio.
Esta asociación entre institución manicomial - saber psiquiátrico - poder sobre el otro perdura hoy día.
El médico fue imbuido de una violencia legal:
- En el plano de los cuerpos: el maltrato se justifica bajo la idea de tratamiento.
- En el plano jurídico: el alienado pierde gran parte de sus derechos cívicos y legales.
- En el plano social: quien se salga voluntariamente de la razón y el derecho, fundantes de la sociedad, caerá preso. Quien se salga involuntariamente, caerá en un psiquiátrico. Casamiento entre criminal y locura.
Con la ascensión de la ciencia al lugar de la verdad, la locura no fue más posesión demoníaca, rareza o genialidad. Devino enfermedad. Pero la ciencia del S XIX niega su desconocimiento radical de la locura.
El modelo anatomoclínico y la psiquiatría positivista.
Sobre ese modelo se reordena la psiquiatría y adopta las siguientes bases:
1-   la locura puede ser observada y descripta como los otros objetos de la ciencia.
2-   Si es objeto, hay posibilidad de un conocimiento racional de la misma.
3-   Si se puede conocer positivamente, también puede conocerse así el hombre.
Nace así una “psicología objetiva” y una “psiquiatría científica”. El estatuto de objeto será impuesto a todo alienado. La locura es la forma más pura del movimiento por la cual la verdad del hombre pasa del lado del objeto y se vuelve accesible a una percepción científica. Devenir objeto del hombre. Los psiquiatras se lanzan a ordenar y clasificar lo patológico. La Nosografía pasa a ser considerara teoría aunque no pudo explicar más que los mecanismos de la parálisis general progresiva. La esterilidad de los labs desbarató las ilusiones organicistas. Los diagnósticos se limitan a una nosografía sin implicar un conocimiento etiopatológico. El haber tomado el modelo de causalidad de la medicina biológica sumergió a los psiquiatras en un eterno debate entre organogénesis y psicogénesis.
La psicopatología fenomenológica.
Jaspers en 1913 obra hacia un cambio radical de la concepción médico-psiquiátrica.
a- el hecho patológico es instalado en un plano discursivo ya que la estructura mórbida solo es accesible en el relato del paciente.
b- Se trastocan las categorías médicas hacia una fenomenología del síntoma, en búsqueda de relaciones de sentido.
c- Se relaciona lo patológico vivencial con la biografía del sujeto definiendo así nuevas relaciones.
En cuanto al psicoanálisis no es una psiquiatría moderna, ni tampoco opera de reemplazo de la medicina mental. Por el contrario definió con precisión un sujeto del inconciente y un dispositivo, el análisis, ajeno a toda misión adaptadora.
La posguerra y la revolución psiquiátrica.
El reordenamiento en la Revolución Francesa en el campo de la locura está atravesado por la cuestión de la moral y la verdad. Luego de la SWW un ordenamiento nuevo acaece pero atravesado por la cuestión del poder.
¿Cómo sostener la irracionalidad del loco frente a la locura masiva de la guerra? Tres hechos abren el camino a la reforma:
1º- La guerra dejó un aumento masivo de sujetos neuróticos y psicóticos que necesitan asistencia al tiempo que se destruyeron muchos recursos psiquiátricos.
2º- El horror trajo aparejado un cuestionamiento sobre lo humano y la cordura; crisis de la frontera entre razón y locura. Muchos intelectuales se vuelcan al psicoanálisis.
3º- Ascienden movimientos populares y se instalan gobiernos democráticos con posiciones humanistas, más sensibles a los derechos humanos y a la reforma en Salud pública.
Muchos psiquiatras ven la relación entre el dispositivo manicomial y los estados paternalistas, por lo que se plantean una doble tarea:
a- Teórica: ¿Cuál es la relación entre prácticas psiquiátricas y sus instituciones asistenciales con las teorías psicopatológicas?
b- Histórica: ¿Cómo se produjo y mantuvo el dispositivo psiquiátrico y cuál es su funcionalidad con la estructura social?
Repercute en distintos países. Goffman, en EEUU, demuestra no solo las condiciones carcelarias del internamiento sino también que crea su propia patología. Así la psiquiatría muestra su capacidad de producir su objeto y se pone en crisis la concepción médica de la enfermedad mental.
El poder médico sobre la locura pierde paulatinamente su hegemonía y otros discursos reditúan al loco en la cultura y la vida social. En 1963 la OMS recomienda considerar como modelo prioritario de asistencia psiquiátrica a la Comunidad terapéutica.
En Italia Basaglia denuncia el modelo manicomial. Comienza el movimiento antipsiquiátrico y antiinstitucional. Las transformaciones en el campo psiquiátrico son correlativas de las transformaciones sociales y políticas.
Conclusiones
El modelo médico en psiquiatría tiene su origen y sanción jurídica a partir de la Revolución Francesa. Características:
-Plano teórico: ubica lo patológico en el apartamiento de la razón, un desorden objetivable como dato natural y pasible de un conocimiento positivo.
-Plano de las prácticas terapéuticas: la intervención médica está dirigida a segregar e internar a quien no acepta las reglas del conjunto; crea una institución basada en el internamiento y al servicio de la custodia del excluido.
Esto llevo a Basaglia a definir la medicina mental como “cobertura ideológica de una ignorancia técnico-científica”

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